¿Qué es la homosexualidad?
Hoy en día es común tocar el tema de la homosexualidad y el lesbianismo, incluso frente a las niñas y los niños. Pero, también es importante saber explicarle a los chiquitos de qué se trata sin un lenguaje corporal de irrespeto por la diversidad en las sexualidades.
Dr. Eduardo Ruiz M y Psc.Ana María Mora Arguedas. Especialistas en Sexología. Asociación Pro Sexología Científica y Vivencial. Instituto Mexicano de Sexología,IMESEX. San José Tel.: 22 81 11 78 22 22 68 06 2281-1178 / Ilustración: Jean Jiménez.
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Que dos hombres o dos mujeres se amen como pareja hoy es menos escandaloso que hace treinta años. En el cine, en la televisión y en lugares públicos cada vez es más común ver a parejas de homosexuales demostrando su afecto.
El tema se ha hecho tan cotidiano que también es importante explicarlo a los menores de edad, quienes, por lo general toman el asunto con mucha naturalidad, sin estigmatizar, sin la malicia que a veces le imprimen los adultos por mala educación sexual.
Ante el surgimiento del tema ellos podrían preguntar: ¿Cómo se hacen homosexuales las personas? ¿Nacen homosexuales? ¿Pueden casarse, tener hijos?
Así entienden los niños
Sobre esta materia, los niños son como un lienzo en blanco: para ellos es un tema novedoso al cual, por naturaleza, se acercan sin prejuicios y cuando se les explica no encuentran mayores diferencias con las parejas heterosexuales.
Para comprender esta actitud se puede hacer una analogía con la forma en que entienden a los niños los diferentes colores de los ojos o la diversidad en las formas de las orejas. Lo común es que los demás niños los reciban con normalidad y se acostumbren a compartir y jugar sin estigmatizarlos.
Es por eso que, ante un beso de dos mujeres o dos hombres, podrían tener las mismas dudas que tienen cuando ven un beso en una pareja heterosexual. Si esas prácticas son buenas o malas son temas que los niños no manejan al inicio, a menos de que sus familiares o amigos les compartan e inculquen algunas valoraciones o juicios.
Las valoraciones aparecen cuando ellos reciben algún tipo de influencia de la persona adulta, sea un educador o cuidador que le comenta que la homosexualidad es buena o mala y no solo con la palabra, sus gestos o su desagrado dice mucho a los más pequeños y pequeñas. Cuando una persona se burla de las conductas homosexuales, hace chistes, imita o ridiculiza por ejemplo, está incentivando una valoración, en este caso, negativa, que calará en los niños negativamente. Y quienes de pequeños o pequeñas se sientan atraidos por personas de su mismo género, sin duda, empezarán a sentirse inadecuados y señalados si expresan sus preferencias. Todas esas conductas los niños las ven y con facilidad las copian.
Enséñeles a respetar
Pero, lo ideal no es enseñarles a los niños a rechazar al prójimo. Lo ideal es educar a los chiquitos para que respeten a todas las personas, para que entiendan sus diferencias y no las señalen por eso, por el contrario, encuentre similitudes y convivan con ellas.
Y ¿para qué enseñar respeto y tolerancia hacia las personas homosexuales o bisexuales?
La primer razón es que, tal y como lo indican las estadísticas, en cualquier momento un familiar o una amistad podría reconocer serlo. Sin duda, en algún momento un descendiente tendrá ésta condición y se heredará una mejor calidad de vida dependiendo de las acciones positivas desde cambio de actitudes hasta educación en el hogar y la escuela.
La segunda razón es que la homosexualidad es un fenómeno de la naturaleza. Actualmente, sabemos que la orientación sexual no es algo que cada individuo decida. Hace más de 30 años los científicos concluyeron que la homosexualidad no es una enfermedad y hoy se sabe que tampoco es una decisión. Sería descabellado seguir apoyando estas creencias. Que persona desearía vivir en un país donde carece de derechos en sus relaciones de pareja, donde no podrá disfrutar de los beneficios de cualquier matrimonio o el simple hecho de cuidar o visitar a su pareja en el hospital sin ser señalado o negado por ignorancia o falta de sensibilidad en profesionales de la salud.
Entendiendo la homosexualidad
El doctor Alvarez Gayou, director del Instituto Mexicano de Sexología, explica que la homosexualidad se define como la preferencia y la mayor atracción afectiva y o sexual, que tiene una persona para relacionarse con personas de su mismo sexo, entendiendo “preferencia” como inclinación natural y no como un proceso necesariamente voluntario de análisis, selección y decisión.
Alma Lisbeth, sexóloga con estudios del Instituto Mexicano de Sexología y especialista en el tema de diversidad sexual, explica que el tema se puede trabajar con los niños revisando películas infantiles como pueden ser Happy Feet (El pingüinito bailarín), El Patito Feo e incluso los X-Men. Esos tres filmes ayudan a que los niños y niñas vean que ser diferente es natural, que los prejuicios causan dolor, por lo que debemos cambiar la intolerancia y el irrespeto a lo diferente.
Homosexualidad ¿en la niñez?
Y ¿cómo debe reaccionar un padre o una madre cuando quien manifiesta conductas “aparentemente” homosexuales es su niño, o su niña?
El tema es complejo, pero lo es principalmente porque no nos preparan para ello. Recientemente el popular actor Brad Pitt manifestó que si uno de sus hijos o hijas fuera homosexual le apoyaría y lo querría igual que lo hacía ahora. Sus palabras reflejaron a una persona que sabe que a las personas se les valora por todo lo que son, no solo por sus preferencias sexuales, o por su trabajo, o por su color de piel.
Las conductas “aparentemente” homosexuales se pueden manifestar desde la niñez. Hay chiquitos y chiquitas que las manifiestan y por ello son rechazados por sus compañeros, profesores, madres o padres.
Pero, sobre el tema hay mucho que entender. Primero, es importante saber que la preferencia genérica u orientación sexual no se define durante la niñez, de manera que no se puede hablar de homosexualidad en niños o niñas solo por le hecho de que realicen juegos sexuales con amiguitos de su mismo sexo. Tampoco se puede hablar de homosexualidad cuando un menor utiliza los juguetes que “comunmente” utilizan los niños del otro sexo.
Es un mito pensar que un niño “amanerado o delicado” o una niña de carácter fuerte tendría preferencia homosexual o bisexual.
Entonces ¿cómo entenderlos?
Muchas veces nosotros mismos tenemos prejuicios y se los transmitimos a los niños, y es importante analizarse constantemente para asegurarse que no se transmita a los niños patrones que inciten al rechazo o a la violencia, ni de reproducirlos con ellos mismos.
Patricia Peñaloza, especialista en niños y niñas y sexóloga del IMESEX, destaca que los adultos deben evitar que niños y niñas que viven una sexualidad diferente a los demás compañeros y compañeras desde etapas tempranas, sean blanco de violencia de sus pares o de los adultos a cargo.
Padres, madres, cuidadores y educadores tenemos la misión de informar y guiar con el fin de propiciar respeto. Debemos evitar que se estigmatice a los niños que desde la temprana edad muestran conductas y expresiones que no corresponden a su sexo. Y, finalmente, debemos recordar que la preferencia u orientación sexual se define al final de la adolescencia.
Es un mito pensar que un niño “amanerado o delicado” o una niña de carácter fuerte tendría preferencia homosexual o bisexual.
No se puede hablar de homosexualidad porque un menor utiliza los juguetes que “comunmente” utilizan los niños del otro sexo.
La homosexualidad no es el problema, la homofobia si,
Por mucho tiempo, las personas homosexuales han sido víctimas de rechazo y violencia, dado que los heterosexuales no los aceptan, incluso son motivo de muerte en manos de personas intolerantes, crimenes sin motivo aparente.
En 1997, en la Declaración de Derechos Sexuales en Valencia, España declaró que:
“El derecho a la igualdad sexual refiere a estar libre de todas las formas de discriminación. Implica respeto a la multiplicidad y diversidad de las formas de expresión de la sexualidad humana, sea cual fuere el sexo, género, edad, etnia, clase social, religión y orientación sexual a la que se pertenece”.
Esta declaración aboga porque cada vez se comprenda mejor que en la naturaleza también hay personas que sienten atracción por su mismo sexo, y eso es únicamente porque así funciona la naturaleza.